EDICIÓN ANIVERSARIO.
¡Meditemos!
Escucha tu voz interior.
Querido cómplice:
Ya lo sabes… te lo he contado en los últimos cuatro podcast, nos hemos salido de los viajes que te propongo en el formato original para adentrarnos en otra de las cosas que me gusta más de vivir: entablar conversaciones profundas con personas que admiro.
Si acabas de encontrarnos en el inmenso mar de contenidos que existen, te cuento que en #LatitudesPodcast suelo creer y decir que “somos los encuentros que tenemos”. Me gustaría que te quedes reflexionando sobre una de estas palabras: “encuentros”. ¿No te parece que esa palabra está en boga a partir del aislamiento que hemos tenido con la pandemia? ¿Cuántos encuentros hemos tenido que posponer o cancelar por la necesidad de cuidarnos entre todos? Aunque no hemos podido abrazarnos ni vernos, la tecnología ha hecho su parte para que mantuviéramos la comunicación con los nuestros.
La conversación que te propongo hoy es junto con una persona que descubrí recientemente y con la que me ido encontrando desde diciembre, gracias -justamente- a los entornos digitales.
Pero bueno, “el encuentro”. ¿Qué significa esta palabra que nos produce tanta alegría? ¿Qué tiene que suceder para que un encuentro ocurra? Si escuchaste con atención el KM7 llamado “Disfruta del camino”, quizá recuerdes algunas de esas condiciones, pero si no… van de nuevo.
Según el filósofo español Alfonso López Quintás, para que un encuentro ocurra se tienen que cumplir 9 condiciones: Debe haber generosidad, disponibilidad de espíritu, veracidad, sencillez, comunicación mutua, fidelidad, paciencia, cordialidad y finalmente, se deben de compartir actividades elevadas. ¡Todo eso tienen que darse para que realmente podamos encontrarnos con los demás!
Dicho esto, te cuento que en diciembre pasado, reuní prácticamente todas estas condiciones en una meditación grupal convocada por Wander, la escuela de pensamiento, creativo, ético y humano, en quienes encuentro mucha inspiración.
Total que aquel día, yo estaba en México visitando a mi familia y estaba aún lidiando con pensamientos y crisis de ansiedad, con los que llevaba batallando desde el tiempo de confinamiento.
Así fue como conocí a Pilu y Steph, las dos fundadoras de un proyecto precioso llamado “Heartbeats”. En aquella muy especial meditación vía zoom me dejé guiar por la voz de Pilu hacia un encuentro con mi propia voz. ¡Fue precioso! El descubrimiento, movido por supuesto por el asombro, me llevó a darle “Seguir” de forma casi inmediata a su cuenta de instagram.
De entrada, el nombre de su proyecto me resonó. “Heartbeats”, “Latidos” en español, y me llevó a ese juego de palabras con el que justamente inicié este podcast: “Latitudes y Latitudes”, y pensar que con esas palabras iba a registrar el dominio de mi página web aunque, finalmente lo registré como somoslatitudes.com
Con el tiempo, y me atrevo a decir que con un reconocimiento mutuo, Pilu y yo empezamos a compartir impresiones, a comunicarnos más que seguirnos. Nos damos feedback mutuamente y eso es bonito especialmente en este, a veces frío, medio digital que en ocasiones deja mucho que desear.
Hearbeats me ha inspirado a compartirte un cuarto deseo de cumpleaños: ¡Deseo que encuentres tiempo cada día para escuchar tu voz interior! ¡Deberíamos todos de cuidar más lo que nos decimos a nosotros mismos! Deberíamos de tratar con mucho cariño esas conversaciones interiores que la velocidad nos impide tener la mayoría de las veces..
¡Me encanta Heartbeats y creo que te va a gustar a ti también! Sin más, vamos a adentrarnos a la conversación. Así que cómplices de viaje. Relájate y préstame tus sentidos, que al final de la charla, haremos una meditación corta que va a venir genial escucharnos y dejar ir cualquier emoción que nos esté desafiando.
"Heartbeats" por Pilu y Steph.
Tere: Hoy tengo del otro lado de mi pantalla, vía zoom, a esta persona que hace unos meses me guió a escuchar mi propia voz. Ella se llama Pilar Sánchez aunque le gusta que le digan “Pilu”, así que Pilu, muchas gracias por tener la disposición de conversar conmigo hoy y por guiarnos en este mundo maravilloso que es el de escucharnos a través de la meditación.
Pilu:¡Hola! Mil gracias a ti por invitarme y estar tan abierta a escucharte e invitar a todos a escucharse a sí mismos y escuchar su voz interior que es algo súper importante que se nos olvida prácticamente a diario y justamente la meditación es una muy buena herramienta para practicarlo todos los días, y sobre todo para recordarnos que estamos ahí, y que podemos volver a nosotros, siempre que queramos. Así que mil gracias y felicidades por este aniversario, ¡me encanta compartirlo contigo!
Tere: Y a mí contigo. ¡Mucho, mucho!
Bueno pues, como he dicho en el intro de este episodio, a partir del confinamiento empecé a sentir cosas que nunca antes en la vida había sentido como son los pensamientos ansiosos, las crisis de ansiedad. Creo que fue a partir del cierre de fronteras, teniendo a toda mi familia en México, las notificaciones del móvil sonando todo el tiempo, en fin, estoy segura que no he sido la única experimentando estas sensaciones en este tiempo. Esa es la historia, muy corta, de cómo tuve la inquietud de acercarme a la meditación, porque soy una novata total en esto, es verdad que intento tener un ratito de consciencia todos los días, pero estoy prácticamente empezando.
Pero me gustaría saber cuál es tu historia en el camino de la meditación. ¿Qué hizo que tu quisieras formarte para ser guía para otras personas en la meditación?
Pilu: Mis inicios en la meditación fueron muy parecidos a los tuyos. Empecé hace unos ocho años porque tenía mucha ansiedad, me lo recomendó una terapeuta que tenía porque había pasado por muchos cambios y no conseguía dejar esa ansiedad de lado. Vivía mucho en el futuro. Empecé con una aplicación de mindfulness y me encantó. Me consideraba una meditadora en crisis, es decir, meditaba cuando me encontraba con mucha ansiedad pero no meditaba a diario ni muchísimo menos. Así que me tiré mucho tiempo.
Hace cuatro o cinco años, me iba todo bastante bien, vivía en Chicago, en donde viví durante diez años y empecé a notar que no conectaba, cosas que antes me gustaban no me interesaban, no era ansiedad tal cual pero eso me llevó a practicar Yoga Nidra – con Steph, que ya nos conocíamos pero ahí empezamos a profundizar mucho más en nuestra amistad-, y Yoga Nidra fue lo que me cambió bastante la vida, y me abrió un montón de posibilidades. Practicaba una vez a la semana y aunque me encanta la técnica, en lo que más me ayudó fue en tener esa constancia de una vez a la semana saber que tenía ese momento para mí, media hora en la que me olvidaba de todo, desconectaba y sin ningún esfuerzo, conectaba conmigo misma.
Es práctica, poco a poco me llevó a tener cada vez más curiosidad por meditación y empecé a querer aplicarlo en mi trabajo, porque yo veía que esos beneficios la gente si los conociese, puse ¡todo el mundo estaría meditando! (risas). No veía que tuviese ningún efecto secundario negativo. Me notaba mucho más centrada, me notaba con una confianza interna que hacía mucho no sentía, me notaba calmada pero a la vez estaba más productiva que nunca, y “productiva” no en el sentido de hacer-hacer-hacer, sino que “productiva” en el sentido de que aprovechaba mi tiempo. Sabía cuándo tenía que trabajar, cuándo tenía que parar, cuándo tenía que dedicarme a mi familia, a estar infinitamente más presente, trabajaba mucho mejor, tenía más ideas y era capaz de manifestarlas mucho mejor.

Ella es Pilu Sánchez, Co-Fundadora de Heartbeats.
Honrar el encuentro con uno mismo… Por lo general nos sobrepasan las cosas, nos sobrepasa el día a día, la productividad, y nos olvidamos de escucharnos y de ver no solamente qué queremos y si estamos en el buen camino, qué tenemos que trabajar, y cómo podemos estar al servicio de los demás, del momento y de la situación.
Pilu: Fue entonces cuando Steph y yo hablamos y acordamos empezar a trabajar en un proyecto, que fue el inicio de “Heartbeats”, empezando a aplicar la meditación dentro de los procesos creativos (yo soy consultora creativa, aplico estos procesos en los negocios sobre todo en momentos de transformación). Empezamos con Yoga Nidra porque yo no estaba formada aún. No es sólo llegar, hacer la meditación y todos contentos, sino que cómo podíamos apoyar esas capacidades creativas. ¡Lo hicimos! De hecho, de ahí salieron muchos proyectos de inclusión porque una de las cosas en las que ayuda la meditación es en ser más inclusivos con las personas y los pensamientos, es decir, cómo respetar el pensamiento de los demás, cómo aprender a escuchar de forma muy activa desde la bondad y la compasión, entonces nos dimos cuenta de que realmente funciona.
Lo más importante era que de forma individual, todos fuésemos capaces de tener una práctica de meditación diaria que ayudara a tener una higiene mental y emocional, así como nos duchamos todos los días para asear el cuerpo, pero en este caso para entendernos, escucharnos y estar alineados.
Es un poco, esto que hablaste del encuentro al inicio, es como “honrar el encuentro con uno mismo”. No solamente es siempre con los demás, es el encuentro con uno mismo de forma diaria. Por lo general nos sobrepasan las cosas, nos sobrepasa el día a día, la productividad, y nos olvidamos de escucharnos y de ver no solamente qué queremos y si estamos en el buen camino, qué tenemos que trabajar, y cómo podemos estar al servicio de los demás, del momento y de la situación. A raíz de ahí empecé a formarme como profesora de mindfullnes en pleno confinamiento. Iba a hacerlo antes del confinamiento, pero creo que me salvó la vida.
Tere: ¡Ya! Es que el confinamiento, si sabemos mirarlo, ha venido de alguna manera “bien” desde una perspectiva casi casi estoica. Yo también, trabajé en el lanzamiento y la primera temporada de #LatitudesPodast durante el confinamiento, pero bueno, síguenos contando que es interesante.

Ella es Steph, cómplice y aliada de Pilu en este proyecto conjunto llamado “Heartbeats”.
Pilu: Empecé. El curso era presencial, pensé que lo iban a cancelar, estuvieron a punto de cancelarlos y hacerlo en octubre. Hacerlo me salvó. Cuando te sacas un certificado de meditación, tú aprendes a guiar pero lo que más aprendes es a adentrarte en ti mismo. Con lo cual, en ese momento en el que todos estábamos perdidos, en el que no sabíamos qué iba a pasar, en el que había una incertidumbre absoluta, yo también como tú vivía fuera, en Chicago y toda mi familia aquí en Madrid… entonces los astros se alinearon para que yo pudiese profundizar en mí misma durante el confinamiento.
Aunque siempre, reconozco, me he cuestionado mucho, me ha gustado la filosofía, siempre me ha gustado dedicar tiempo a crecer personalmente. Creo que la meditación es una evolución lógica de mi vida, en general.
Tere: ¡Ya! Es un camino porque al principio nos contabas que empezaste reservándote un día a la semana, y luego a hacer el espacio una vez al día.
Pilu: Al principio era cuando lo consideraba, cuando me encontraba ansiosa, me apartaba y meditaba un ratito con una aplicación en la que me guiaban. Luego, empecé a practicar una vez a la semana y es en la constancia en donde realmente vi los beneficios a largo plazo. En la meditación tenemos beneficios a corto, que son cualquier tipo de meditación mindfullnes, como las que por ejemplo guiamos en instagram, o la mayoría de las aplicaciones; estas lo que hacen es darte un beneficio inmediato, es decir, activan ciertas emociones o cualidades en ese momento. Si buscas foco, utilizas un tipo de meditación. Si buscas, cultivar la bondad o la compasión, pues otro tipo de práctica.
Tere: Oye, como las meditaciones de Deepak Chopra que rolaron por todos lados durante el confinamiento, ¿verdad?
Pilu: ¡Exacto!
Tere: Y entrando un poco a entender lo que es la meditación y sus beneficios a largo plazo, como bien dices, en tu experiencia… ¿Qué entiendes tú por meditar?
Pilu: Para mí meditar es “volver a ti mismo una y otra vez”. Yo encuentro en esta definición un ancla y es lo que me ayuda. Hablar de meditación es como hablar de, yo qué sé, ¡arte! Hay un montón de técnicas, de linajes que quizá son más tradicionales. Cada estilo de meditación tiene un propósito y una forma de transmitir. Lo que tienen en común es que el propósito es cultivar la presencia en el momento presente. Al estar más presente, no te tortura el pasado, no te preocupas por el futuro, por lo cual estás en un momento en el que puedes responder ante cualquier situación, puedes fluir sin la necesidad de tener que reaccionar constantemente.
El reto de la meditación moderna está en cómo hacemos eso en el día a día, con el caos que llevamos. Mucha veces se habla de meditación y tenemos técnicas de meditación que hablan del momento “presente”, pero son técnicas cuyo origen está en las tradiciones en las que eran los monjes los que se dedicaban a trabajar esa conciencia. Nosotros tenemos un reto, conseguir meditar siguiendo con nuestra vida. ¡Claro que te puedes ir a un retiro! Y puede venir muy bien para resetear, limpiar, pero luego llegas a tu día a día, y es muy difícil mantenerlo.
Para mí, meditar es volver a uno mismo una y otra vez, y cultivar la consciencia del presente dentro de una realidad que es la vida que tenemos, que vivimos.
Tere: Claro. Yo creo que también es insistir en esto de que todos los beneficios realmente llegan cuando somos constantes. Ya sea cambiar tu alimentación, cultivar tu consciencia en el presente, o alcanzar cualquier meta deportiva.
Pilu: Sí, es como cuando te dicen, “¿cuál es tu rutina de belleza para la cara?”. Pues la mejor rutina es la que a ti te vaya bien. La mejor rutina es tener una constancia y un hábito. Con la meditación pasa lo mismo.
Tere: ¿Y tú crees que existe una relación entre orar, meditar y reflexionar? Ahora que has hablado de los monjes, y sobre todo en la visión antigua de la práctica de la meditación. ¿Hay una relación entre estas tres? Te lo digo porque yo sí encuentro que estén vinculadas, creo que pueden hacernos crecer en nuestra espiritualidad. Igualmente, uno de mis referentes humanos es Teresa de Ávila, quien entre muchas otras cosas, fue conocida por alcanzar éxtasis espirituales. Suelo pensar que si ella viviera hoy, sería como la gran gurú de la meditación por su capacidad de oración o los éxtasis que sentía.
¿Cuál es tu opinión sobre esto? ¿Orar-meditar-reflexionar?

Pilu: Para mí están absolutamente ligadas pero son complementarias. No es lo mismo ni meditar que orar, ni meditar que reflexionar, hay meditaciones más reflexivas, hay otras más conteplativas, pero se complementan.
Se medita para sentir. No lo haces para sentirte mejor o dejar ir cosas. Meditas para sentarte a sentir, te pilla con lo que traes, es un acto de corazón, de sentimiento. Mientras que la reflexión es un acto mental. Si solo nos quedamos en la cabeza, no estamos conectando con el corazón, no estamos conectando con la esencia.
Mi profesor, Jonni Pollard de “One giant mind” suele decir que el pensamiento o la filosofía, nos dice hacia donde tenemos que poner la atención, a dónde tenemos que mirar, y la meditación lo que hace es cultivar esa atención. Para mí, si sólo meditas y no reflexionas te quedas en una conexión muy fuerte con uno mismo, creces la espiritualidad pero no estás cuestionándote las cosas, y tienes que cuestionartelas.
Tere: Y también meditar, con todo lo que nos has contado, nos ayuda a tener esa claridad mental que a veces podemos no tener por sentirnos ansiosos. Como bien dices, es complementario.
Pilu: Hablando más fríamente o científicamente, sin la parte más romántica de la meditación, uno de los mayores beneficios que tiene -y por eso se ha popularizado tanto con el estrés-, es desexitar el sistema nervioso. Cuando el sistema nervioso se desexita bajan los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés, y mientras más calmados estamos, somos más capaces de escucharnos. Cuando estamos en niveles de estrés súper altos, solo nos vemos a nosotros, no somos capaces de ver a los demás, ni de entenderlos. A todos nos ha pasado eso de estar en un nivel muy alto de estrés, que puede ser por estrés o por algún trauma, y de repente viene alguien y te cuenta un problema, y saltas… y la meditación te ayuda a desexitar ese sistema para escucharte más, saber reflexionar.
En lo que hay que tener cuidado, y esto se ha perdido un poco en la meditación moderna, es que estos momentos de calma, esta bajada de estrés, no es el propósito de meditar. Es el camino que tiene que recorrer el cuerpo para conectar con uno mismo. Tú vas a conectar contigo, vas a escucharte, vas a estar presente con lo que tienes, abrazarlo. Si no desactivamos el sistema nervioso no escuchamos, ni a ti, ni al de al lado, ni ves, ni entiendes.
Con respecto a la oración, al rezo… Esta conversación siempre sale en algún momento en casi todos los encuentros mensuales que tengo con otros profesores de meditación de la técnica “One Giant Mind”. Es muy parecido en el sentido de que se busca una conexión espiritual, de hecho muchas tradiciones de meditación, considera que cuando pasas esos niveles de conciencia más profundos y trasciendes el pensamiento y te quedas con la esencia, con lo que se llama “el ser” (“el being”), eso en muchas tradiciones, se considera que es el contacto con Dios, el Dios de cada uno, de cada tradición. También se considera como una inteligencia creativa innata.
Tere: ¡Total!
Pilu: ¿Qué pasa? Que cuando rezas, la mirada no está hacia adentro, está hacia afuera. Tú al rezar estás conectando tu espiritualidad con la de Dios.
Tere: Sí, como bien has dicho, cualquier interpretación que tengamos de Dios, en cualquiera de las tradiciones que practiquemos.
Pilu: Pero el acto de rezar es más de dentro hacia fuera, y la meditación es de fuera hacia dentro. Una vez que llegas, esa conexión es cuando consigues ir más allá y escuchar mejor. Por eso dicen que las personas que son muy religiosas son muy buenos meditadores, si se puede decir que hay buenos meditadores, porque traen de serie esa práctica de creer, de conectar, de sentarte, de ser fiel. Les cuesta menos mirar hacia dentro porque luego además el rezo es mucho mejor.
Tere: Lo cierto es que entre orar, reflexionar y meditar, el reto sigue siendo el mismo. Estar ahí, ser constante, no solo recurrir a ellos cuando pasamos un mal momento, sino llevarlo a todos esos beneficios, que ya nos has dicho algunos, que puede traernos esa capacidad de conectar con nosotros mismos para luego conectar con los demás.
Pilu: Para mí están absolutamente ligadas pero son complementarias. No es lo mismo ni meditar que orar, ni meditar que reflexionar, hay meditaciones más reflexivas, hay otras más conteplativas, pero se complementan.
Se medita para sentir. No lo haces para sentirte mejor o dejar ir cosas. Meditas para sentarte a sentir, te pilla con lo que traes, es un acto de corazón, de sentimiento. Mientras que la reflexión es un acto mental. Si solo nos quedamos en la cabeza, no estamos conectando con el corazón, no estamos conectando con la esencia.
Mi profesor, Jonni Pollard de “One giant mind” suele decir que el pensamiento o la filosofía, nos dice hacia donde tenemos que poner la atención, a dónde tenemos que mirar, y la meditación lo que hace es cultivar esa atención. Para mí, si sólo meditas y no reflexionas te quedas en una conexión muy fuerte con uno mismo, creces la espiritualidad pero no estás cuestionándote las cosas, y tienes que cuestionartelas.
Tere: Y también meditar, con todo lo que nos has contado, nos ayuda a tener esa claridad mental que a veces podemos no tener por sentirnos ansiosos. Como bien dices, es complementario.
Pilu: Hablando más fríamente o científicamente, sin la parte más romántica de la meditación, uno de los mayores beneficios que tiene -y por eso se ha popularizado tanto con el estrés-, es desexitar el sistema nervioso. Cuando el sistema nervioso se desexita bajan los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés, y mientras más calmados estamos, somos más capaces de escucharnos. Cuando estamos en niveles de estrés súper altos, solo nos vemos a nosotros, no somos capaces de ver a los demás, ni de entenderlos. A todos nos ha pasado eso de estar en un nivel muy alto de estrés, que puede ser por estrés o por algún trauma, y de repente viene alguien y te cuenta un problema, y saltas… y la meditación te ayuda a desexitar ese sistema para escucharte más, saber reflexionar.
En lo que hay que tener cuidado, y esto se ha perdido un poco en la meditación moderna, es que estos momentos de calma, esta bajada de estrés, no es el propósito de meditar. Es el camino que tiene que recorrer el cuerpo para conectar con uno mismo. Tú vas a conectar contigo, vas a escucharte, vas a estar presente con lo que tienes, abrazarlo. Si no desactivamos el sistema nervioso no escuchamos, ni a ti, ni al de al lado, ni ves, ni entiendes.
Con respecto a la oración, al rezo… Esta conversación siempre sale en algún momento en casi todos los encuentros mensuales que tengo con otros profesores de meditación de la técnica “One Giant Mind”. Es muy parecido en el sentido de que se busca una conexión espiritual, de hecho muchas tradiciones de meditación, considera que cuando pasas esos niveles de conciencia más profundos y trasciendes el pensamiento y te quedas con la esencia, con lo que se llama “el ser” (“el being”), eso en muchas tradiciones, se considera que es el contacto con Dios, el Dios de cada uno, de cada tradición. También se considera como una inteligencia creativa innata.
Tere: ¡Total!
Pilu: ¿Qué pasa? Que cuando rezas, la mirada no está hacia adentro, está hacia afuera. Tú al rezar estás conectando tu espiritualidad con la de Dios.
Tere: Sí, como bien has dicho, cualquier interpretación que tengamos de Dios, en cualquiera de las tradiciones que practiquemos.
Pilu: Pero el acto de rezar es más de dentro hacia fuera, y la meditación es de fuera hacia dentro. Una vez que llegas, esa conexión es cuando consigues ir más allá y escuchar mejor. Por eso dicen que las personas que son muy religiosas son muy buenos meditadores, si se puede decir que hay buenos meditadores, porque traen de serie esa práctica de creer, de conectar, de sentarte, de ser fiel. Les cuesta menos mirar hacia dentro porque luego además el rezo es mucho mejor.
Tere: Lo cierto es que entre orar, reflexionar y meditar, el reto sigue siendo el mismo. Estar ahí, ser constante, no solo recurrir a ellos cuando pasamos un mal momento, sino llevarlo a todos esos beneficios, que ya nos has dicho algunos, que puede traernos esa capacidad de conectar con nosotros mismos para luego conectar con los demás.
Tere: Y volviendo a lo que decía al principio sobre el encuentro, creo que es tan importante que entendamos que para poder encontrarnos con otras personas, primero tenemos que ir hacia lo profundo, y eso es incómodo, a veces no le damos damos la prioridad que deberíamos, y bueno, por eso también estamos teniendo esta conversación contigo.
Oye Pilu, y un poco por compartir de tu proyecto y de Steph, que bueno la hemos mencionado, pero Steph es tu amiga y tu cómplice en este proyecto, y seguramente de muchos otros… pero cuando ustedes deciden hacer “Heartbeats”, ¿por qué nace Heartbeats?
Pilu: Sobre todo por el deseo y el propósito de celebrar la conexión humana. ¡Conexión humana en todo su ámbito! Era lo que veíamos que faltaba en los procesos creativos y en todos los retos que nos encontrábamos en las organizaciones, ¡faltaba esa conexión! Se celebra poco la conexión humana, se celebra poco la necesidad de conectar con uno mismo. Se habla poco de esa incomodidad de ir hacia adentro para encontrarnos mejor. Heartbeats surgió primero por eso pero también por acercar la meditación, no queríamos hacerlo fácil porque meditar no es fácil, pero queríamos hacerlo accesible a todo el mundo.
Al principio yo me preguntaba, ¿por qué la gente no medita? Una de las barreras que vimos fue que había pocas comunidades en las que te pudieses sentir cómodo, porque suelen ser o en estudios de yoga, o suele ser en comunidades religiosas que a lo mejor no van contigo, o la forma de guiar no es tu lenguaje. Queríamos hacer una meditación un poco más moderna pero honrando mucho la tradición de la que viene, y es la que alimenta y lo que hace que conectemos mucho mejor.
Tere: ¡Y miren que lo han hecho accesible que han tenido la enorme generosidad de dejar para todos nosotros a través de su cuenta de instagram una serie de meditaciones! Tienen un montón. Ya te digo que lo que he hecho de meditación, que ha sido prácticamente nada, ha sido gracias a esa iniciativa de Wander, y gracias a también alimentar esa curiosidad y mi insistencia de querer descubrir, cuáles eran esos beneficios a largo plazo.
Tienen meditaciones por ejemplo “Meditación para personas impacientes” que cuando la vi, y vi que duraba como 24 minutos pensé: “No esto lo tengo que hacer en un momento en que esté tranquila, no puedo mirarlo con impaciencia, porque quiero trabajar eso en mí”. Hay otra meditación que es “para aceptar lo que venga”, una que me encanta que es “la meditación para un chute de gratitud”. De verdad que quienes estén escuchando les animo a sentir esa curiosidad que yo sentí y empezar. Yo recuerdo que cuando empecé era cómo, “bueno me voy a poner la de el chute de gratitud”, y me la ponía y a los cinco minutos me empezaba a inquietar, y miraba el reloj y decía, “chispas me faltan quince minutos”. Y de pronto, empecé a restarle importancia al tiempo que llevaba con los ojos cerrados, y simplemente lo dejaba estar. Hay meditaciones que he hecho como dos o tres veces, porque me fui encontrando con que, no es que “aguantes más tiempo”, pero de repente termina la meditación y te empieza a saber a poco, y empiezas a darte cuenta de que efectivamente ya estás disfrutando ese tiempo contigo y del momento, además de que tienes una voz muy dulce y eso hace muy ameno el dejarte guiar.
Como he dicho al principio, una de esas condiciones para el encuentro es la generosidad, y creo que ahí, ustedes lo consiguen muy bien.
Otra de las meditaciones que haces -porque en Heartbeats también invitan a gente, no siempre son Steph y tú guiándonos en la meditación-, hubo una meditación en la que una de sus invitadas nos sugería tener una libreta a un lado. Tú sabes que me gusta mucho escribir, y además encuentro beneficios terapéuticos en ello.
Empecé a hacer esto de meditar, tener la libretita a un lado, para luego escribir lo que sea que salga al terminar la meditación. ¿Tú haces esto Pilu? ¿Qué beneficios crees que traiga?
Pilu: Es un beneficio de esos que ves súper tangible de la meditación. Es como el resultado de algo que estás haciendo. Hay gente que dice “no noto nada, llevo un mes meditando, dos veces al día pero no noto nada”, porque muchas veces los beneficios no son tan obvios, ni tan tangibles. Sin embargo, este es un beneficio absolutamente palpable. Yo lo utilizo un montón con líderes o equipos que están trabajando sus valores como equipo u organización. Haces ciertas preguntas durante la meditación y nada más acabar la pregunta, paras y escribes. Al final lo que hace esa meditación es desexitar el sistema nervioso, bajar la guardia, te quita armaduras, y entonces poco a poco, lo que queda es tu esencia.
Es como cuando te sientes muy cansada y te da pereza ponerte creativo, pero lo haces y te juzgas menos. Te cuesta más pero y te juzgas menos. Te cuesta más a lo mejor pero lo haces y lo haces mejor. Apagas la autocrítica. Este tipo de técnica te deja en un estado de conexión en el que estás tú, te da igual lo que piensen, si está bien o mal. A la hora de escribir a mi me gusta un ejercicio que es meditar, tengo un cuaderno a lado y en cuanto cabo escribo, escritura libre, sin levantar el boli del cuaderno, ¡y lo que salga! Esto funciona muy bien cuando estás atascado, o en un proyecto o en la vida. Es como si tu cerebro fuera una esponja. Si meditas, fluye mucho más.
Tere: Yo, por ejemplo, llevo un tiempo siguiendo uno de los ejercicios que Julia Cameron sugiere en “El camino del artista” que son “las páginas matutinas”. Es verdad que venía habituándome a escribir un poco cada mañana, pero a partir de que vi lo de la libreta en la meditación, justo hasta siento que soy más creativa. Hoy escuchándote he aprendido que volver hacia atrás y ver lo escrito, es wow. De hecho, hay un escritor muy conocido llamado Yung Pueblo que bueno, tiene un par de libros escritos con esta técnica, en la parte de la creatividad es conocido que Steve Jobs era muy constante en sus meditaciones. Y bueno estas son dos figuras que sirven como referencias para entender los beneficios.
Y a propósito de referentes, ¿quiénes son tus referentes en el camino?
Pilu: Tengo muchos referentes, y referentes que varían. No soy una persona muy fiel (risas), pero en meditación mi profesor me gusta mucho, tiene el podcast de “One Giant Mind”, se llama Jonni Pollard y es australiano. Es un poco denso, no es algo que a todo el mundo le puede gustar pero me hace reflexionar un montón. Otra cosa que disfruto hacer también, y haciendo el enlace entre reflexión y meditación (que también se puede hacer con una oración), es antes de meditar leer o bien una oración o un poema, o algo que te apetezca reflexionar un poco. Lo lees antes y ya está, te olvidas y meditas. Generalmente suelen salir conexiones.
Me estoy yendo de los referentes, pero son ideas que pueden ayudar a la gente. Otra cosa que me gusta hacer es cuando escribes un texto y no estás convencida de si puede funcionar, y necesitas amueblar mejor tu cabeza… escríbelo, lo lees y meditas, ¡y luego vuelves! Normalmente te ayuda a ver las cosas con más claridad, a juzgarte menos y hacerlo más desde tu interior.
Tere: Me ha gustado un montón lo que has dicho del poema, y se me ha ocurrido que también con una pintura ¿no?, por ejemplo mira la pintura, y después haces meditación.
Lo rescato obviamente porque tú sabes que en este podcast, y en la vida, yo defiendo a las humanidades como un camino que también nos ayuda a hacernos mejores personas.
Pilu: De hecho, hay un libro que me encanta. Es un ritual que hago desde hace tiempo, lo llaman meditaciones pero al final son reflexiones reinterpretadas, y es cada día, lees un texto muy cortito y después meditas. Se llama “365 meditaciones de estoicos”.
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Antes de cerrar esta edición, quería pedir tu colaboración para algo muy especial. Hace poco alguien que quiero y admiro me contactó para pedir apoyo. Se trata de uno de mis referentes humanos. Ella y su hija están enfrentándose con dignidad a una enfermedad sobre la que hemos escuchado desde hace años: el cáncer. En el portal GoFundMe, se ha abierto una campaña que recauda fondos para ayudar a esta familia a atravesar esta dificultad. Puedes acceder a la campaña aquí: https://gofund.me/44b89f8f
La joven de la que te hablo se llama Cintia y vive en México.Tiene 34 años y se enfrenta a un cáncer de ovario con ramificaciones, que entre otras muchas cosas, le ha hecho amar más la vida.
Como alguien le escribió recientemente: “Cintia es más grande que todos los miedos , es conciencia iluminando las sombras , y es hoy por hoy, para quien tenga la humildad y sabiduría de verlo; una maestra en nuestro camino”.
De antemano, gracias por mirar con buenos ojos nuestras intenciones. Vamos a volver con más kilómetros y la temporada 4 en unos meses ya que, como tantas otras personas de las muchas latitudes del mundo, amamos la vida, valoremos los encuentros que le han dado sentido a nuestra existencia, y creemos en el poder de las humanidades para alcanzar la conciencia, la compasión y trabajar todos los días para vivir en la virtud.
¡Un abrazo enorme! Viajera o viajero, aventurero o exploradora.
En cada latitud de tu camino, hay siempre una idea, una emoción, una persona y quizá… una oportunidad para que puedas contribuir a que alguien siga amando vivir.
Somos los encuentros que tenemos #SomosLatitudes.