Latitudes presenta...
La historia de una equilibrista.

Fotografía cedida por Rocío Medina.
”¡Tercera llamada, tercera!
El acto del día va tan aprisa, que ni siquiera permite advertir ni la primera, ni la segunda llamada.
¡Comenzaaaaaaamos! Todo el mundo a su posición.
Papá es el primero en llegar a escena y el responsable de preparar la porción de vitaminas para que toda la familia pueda rendir a la altura.
Ahí llegan los peques con la barriga llena y el corazón contento, a sus respectivas pantallas para un dia más de “home schooling”. La entrada en escena de la equilibrista completa el cuadro. ¡Qué comience el espectáculo!
La pandemia le ha dado la vuelta a los ya conocidos, instaurados, controlados y medidos hábitos que durante tanto tiempo, le habían dado armonía al desempeño de cada día. Necesaria reinvención, kilómetros cero.
Rocío, que es madre y directora de familia, orquesta las mañanas con concentración y disciplina
¡Exigente tiempos para las mujeres del Siglo XXI! Son mamás, profesionales, maestras y administradoras! En resumen, tremendas equilibristas.
– “¡Mamá! No me escucha la profesora”.
Grita el niño.
– “¡Mamá! Ya me cansé”.
Exclama frustrada la niña.
– “Ding Dong”.
Suena la puerta. Ha venido el diligenciero.
-“Ring Ring”.
Un cliente al teléfono.
-“Tirun:You’ve got email”.
Casas que se hicieron oficinas. Al teletrabajo.
-“Knock Knock”.
La puerta otra vez. El súper.
-“Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaa”.
Los chiquitos pelean.
-“Tic Tac”.
Casi es tiempo de la comida.

Rocío y el resto del elenco de una familia real que se reinventa cada día. La foto ha sido cedida por ella.
Rocío viste la mesa mientras papá vuelve a casa a compartir la comida. La cotidianidad fortalece la unión de esta familia. Son cerca de las 15 horas. Tiempo de intermedio. Nuestra equilibrista estrella se toma un break. Sube a una habitación propia, a su lugar de calma. Se tumba en cama, cierra los ojos, y escucha Latitudes.
Entre el ruido del día, las historias se convierten en energía. Verdaderamente, para Rocío es un tiempo de desconexión y de encuentro. Disfruta del podcast. La nostalgia positiva que le despiertan los relatos, le recuerda sus profundas raíces, le ayuda a nivelar la balanza, le devuelve el equilibrio.
Todos saben que “el tiempo de mamá”, es tiempo que se respeta. Es momento de paz. No conforme con ser pilar de casa, Rocío es guapa, es la estrella de la función. En la rutina pandémica, Latitudes le ha servido de refugio y de espacio propulsor. ¡Inteligente Rocío! Lo sabe, el espectáculo debe continuar. No es una puesta en escena, es la vida.
Por eso a las 15:30 se pone en pie y continúa con su trabajo y las responsabilidades de la oficina. Más tarde el tiempo de juego con los peques, el rato de ejercicio, la cena, y la plática en pareja.
Ella es quien apaga el reflector. Lo hace tranquila, confiada. Sabe que a la mañana siguiente, su marido, pareja también estrella, despertará para iniciar una nueva versión de esta función que se sostiene en el amor y la complicidad.
Ceremonioso redoble de tambores para bajar el telón y celebrar con orgullo el enorme valor de seres humanos como Rocío y Armando. Amigos, novios eternos, amantes bandidos y equilibristas de proyectos vitales.
Tun Tun… Tun Tun… Tun Tun (latido de corazón).
Si algo del relato de Rocío te ha conmovido, prepara los sentidos.
Tun Tun… Tun Tun. Ya viene la Tercera Temporada.
Únete, adapta las coordenadas, amplia el latido.
#RumboalaIIITemporada #SomosLatitudes #Podcastenespañol