¡Es casi viernes!
En caso de que hayas perdido un poco la noción del tiempo, el fin de semana ya está aquí. Desde lo simple que resulta el tener que quedarnos en nuestro sitio, pienso en algo que me pasó hace poco para que lo tengas en mente el fin de semana. Tiene que ver con una carta que venía dentro de un regalo.
¿Te he dicho ya que tengo la certeza de que las cosas me encuentran? Pues ya te digo yo, que las cosas buscan su camino para llegar a mí. Y eso me pasó una vez más en Diciembre del año pasado. ¡Fue muy guay! Fue por uno de estos juegos de amigo invisible.
La regla era que el regalo que dieras, debía ser significativo. Así que todos los Wander Participantes debíamos envolverlo y en el día del intercambio, mediante un juego podía tocarte uno, dos o ningún regalo. Y así el “Ekicholong” me encontró. Te explicaré qué es transcribiendo la nota que venía con el regalo.
Dice así…
“Esto es un Ekijolón (“Ekicholón”). Es una pieza de madera tallada por un Dassanech (tribú del sudeste de Etiopía).
Esta sillita de madera la tallan todos los hombres de esta y muchas tribus de esta zona para usarla como “silla” y como “almohada”. La llevan todo el día con ellos. Viajan continuamente de un lugar a otro de la región (tardan días en su trayecto) y solo llevan esto, su manta (que es su ropa) y una pequeña botellita de agua.
Este pedazo de madera es prácticamente todo lo que necesitan para vivir. Tenlo para que te recuerde la simplicidad de la vida. Cuando te debatas por si algo es necesario o imprescindible, mira el “Ekicholón” y replantéatelo.
Y cuando la vida nos abochorna y nos lleve a ser personas del nivel 1 (materialistas), recuerda que hay que vive en el nivel 4 continuamente (gente con propósito y humanidad). Así que… ¡Es posible!”
Eso fue lo que me escribió mi Wander Brother Pablo en esa carta, con ese regalo que hoy está en un lugar muy especial de mi casa. Es uno de los regalos más bonitos que me han hecho porque no fue algo que Pablo encontró en una tienda de artesanía.
El “Ekicholón” que yo tengo le fue entregado también a él como un regalo cuando estuvo en Etiopía hace un par de años. Quería contarte sobre esto hoy para decirte que la vida es más simple de lo que nos hemos inventado.
Se trata del hoy, se trata de respirar, se trata de disfrutar, se trata de regalar cosas que tengan valor sentimental, y se trata de llenar la vida de sentido. Así que con mucho sentimiento, quiero desearte que encuentres en este fin de semana desde la simpleza de estar ahí en tu sitio, la verdadera riqueza de lo que tienes.
¡Un beso muy grande amigo invisible!
TGB
