Escribe una carta

Día 24- Huellas

By 12 de febrero de 2021agosto 3rd, 2021No Comments

¿Cómo empezarías una carta para alguien que no conoces? ¿Qué escribirías si los lugares estuvieran invertidos?

Por ejemplo, si fueras tú quien está en casa y yo quien estuviera en el hospital. Verás… estoy buscando formas creativas para iniciar esta conversación contigo. ¿Qué te parece esta forma?… 

¿Qué pasión? ¿Qué movimiento? ¿De dónde eres? ¿Vives en Madrid? ¿Desde cuándo? Yo vivo en Almería, pero estuve yendo a Madrid entre octubre y enero una vez al mes por temas personales. Me fascinan las grandes ciudades, me llenan de curiosidad y de emoción porque son capitales culturales y puntos de diversidad. 

Durante mis recientes estancias me movía en metro. En las mañanas mientras en alguna de las líneas esperaba para subirme, me llamaba la atención observas a la gente frente a mí yendo en relación contraria. Me divertía imaginando globitos encima de cada cabeza frente a mí. Así como en los cómics… me inventaba historias de las preocupaciones, ideas, planes, en fin… cada cabeza es un mundo, y me gusta imaginarlos. 

También pienso en las huellas. En las miles de millones de huellas que deben de quedarse grabadas en los barandales, sillas puertas, barandas. Es típico que cuando vemos películas de ficción precisamente sobre virus nos pasan esas escenas en donde se enfocan todos esos lugares por donde pasan nuestra manos. Solo entonces, parece que prestamos atención a aquellas cosas que tocamos en un día y la importancia de tener las manos  limpias y desinfectadas. 

Y es que nuestras manos son esa parte del cuerpo que por lo general, siempre va desnuda (salvo en los lugares en donde hace mucho frío y los guantes son necesarios). Pero si lo pensamos bien, además de nuestra cara, las manos son la otra parte más visible del ser humano. Algunas chicas se las arreglan muy bonito con uñas y anillos. Nunca he sido buena para cuidarme las manos constantemente y admiro a quienes sí lo hacen. 

Cuando era niña, en el kínder cantaba una canción que se me quedó bien grabada. Decía algo así: “Ninguno vive solo, ni un frágil pajarillo, ni un pobre cachorrillo, ni mucho menos tu chiquillo. Tus manos acarician, juguetes, flores, libros, y tienes compañía en la sonrisa de otros niños”. 

¿Cómo son tus manos? ¿Cuánto amor han dado? ¿Para que te han servido? ¡A lo mejor eres bueno en la cocina! ¡O con la guitarra! ¿Eres carpintero? ¿O simplemente eres una mamá amorosa? Mis manos son de lo que más me gusta de mí y las veo así, como herramientas para “acariciar” de alguna forma todo aquello que toco. 

Por supuesto también me gustan mis pies. Últimamente están tristes porque no pueden moverse mucho de donde están. En mi clóset todos mis zapatos están ansiosos por salir. Pero les digo que no sean celosos, que ahora, es el turno de mis manos. ¿En dónde han estado tus pies? Yo tengo suerte, mis pies han recorrido muchos caminos. También les doy las gracias muy seguido. 

Mi novio dice que mis manos y mis pies siempre están congeladas. Que no entiende cómo puedo estar tan fría. A mí me gusta hacerle rabiar de vez en cuando, y cuando está tranquilo, le pongo mis pies o mis manos en sus piernas o brazos. No te imaginas los saltos que pega. Nos reímos. Yo un poco más que él. A lo mejor mis manos y mis pies son así de friolentos para decirme que no debo quedarme quieta de más. 

Al final, tanto manos como pies van dejando su marquita invisible por allí a dónde vamos. Como las miles de millones de huellas que se quedarán indelebles e inmortales en tu corazón después de estos días de humanidad y solidaridad. ¡Me imagino perfecto cómo debe de conmover ver el esfuerzo en los hospitales! Todos los gobiernos deberían de poner prioridad en cuidar a sus médicos. 

Todos venimos a este mundo descalzos, y en esta vida en donde “se hace camino al andar” (diría Antonio Machado), lo único que va a hacer que nos distingamos de los demás, son nuestras huellas. Mis manos se unen en plegaria para que en estos días tus manos sean caricias y tus huellas sean profundas. Como diría aquella frase “cuida las huellas que dejas, siempre hay alguien que sigue tus pasos”. 

Un “apapacho” tierno. Si la palabra te parece rara, te la explico. “Apapachar” es una palabra náhuatl. Con el tiempo y la traducción al castellano, su significado se ha adaptado a “acariciar el alma”. Un apapacho es algo más que un abrazo, más bien designa una complicidad, un encuentro emocional, algo que va más allá de un mero contacto cariñoso”.

______________

“Escribe una carta” fue una iniciativa emprendida durante el confinamiento del COVID19 en España. Algunas palabras han sido adaptadas para poder animar a cualquier persona que enfrente una enfermedad de cualquier tipo.

Es un proyecto hermano del podcast Latitudes. Ambos tiene por propósito generar la reflexión y poner en valor los valores, a través de las humanidades.

Los audios de estas cartas estarán disponibles en ivooxspotify y apple podcast.

Leave a Reply