
¡Muy buen día tenga usted!
¿Qué tal va sintiendo el día?
En serio, no lo tomes como una de esas tantas preguntas banales que nos hacemos durante el día. Lo pregunto en serio, ¿cómo te sientes hoy? No sigas leyendo esta carta hasta que no te des el tiempo de responderte con honestidad.
¿Recuerdas en dónde estabas el 1 de enero de 2001? Ese día inició el siglo XXI, un siglo que terminará el 1 de enero de 2100. Yo sinceramente, no me acuerdo, llevo un buen rato recordando pero mi memoria no tiene registro. Qué pasaría si te pregunto, ¿en dónde estabas el 11 de septiembre de 2001?
¿Te acuerdas de ese día? El día que los aviones se estrellaron en dos de las torres más emblemáticas de los estadounidenses. ¿Te acuerdas qué sentiste? Yo tenía dieciséis años y estaba justo en Estados Unidos viviendo un año de intercambio. Estaba desayunando cuando el papá de la casa en la que vivía me dijo: “Somebody hijacked a plane”.
Obvio ni entendí. Nunca había escuchado la palabra hijacked y soy antisocial por las mañanas. Entendí lo que pasaba cuando vi al segundo avión estrellarse en vivo por la televisión. ¡Era increíble verlo! Yo pensé que se iba a desatar la tercera guerra mundial, que cerrarían las fronteras y que no podría volver a México (soy mexicana pero llevo un tiempo viviendo en España).
Casi todos recordamos en dónde estábamos el 11 de septiembre porque tuvimos una conexión emocional. Daba igual en qué lugar del mundo estuviéramos o la hora del día, en la mayor parte de occidente, todos sentimos el mismo asombro. Nuestros ojos no daban crédito ante la destrucción que veíamos detrás de una pantalla.
El siglo XXI empezó con un ataque terrorista sin precedentes que quedará guardado en la historia y que creó un vínculo entre quienes lo vivimos. ¿Cómo recordaremos la Semana Santa del 2020? A diferencia de aquel suceso, lo que estamos viviendo nos toca de cerca a todos. ¿Hace cuánto en la historia que algo no nos toca tan de cerca?
En la fila de sucesos que se quedan guardados en la historia, ha llegado nuestro turno. Tú enfrentas en la primera posición, y yo aunque estoy en mi casa, también.
El otro día en el súper vi la orden “por favor, espere su turno”. Llevaba todo el día haciendo filas y guardando distancias. No puedo negarte que me sentí estresada. Iba como nos indican, con una mascarilla escondiendo mi sonrisa.
Es una sensación muy rara y todos andamos con los nervios de punta. Yo me esfuerzo todos los días para “mantenerme en mi sitio” en todos los sentidos. En la paciencia, el ánimo, la aceptación y las ganas de pensar en lo que puedo hacer para ayudar a otros a que también se “mantengan en su sitio”.
Tú sitio es muy especial. No puedo imaginar el profesionalismo que debes de estar presenciando de todos esos sanitarios. Yo veo el profesionalismo en las mujeres y hombres que me atienden cuando voy al supermercado. Les doy las gracias y les pido que se cuiden mucho, como diciéndoles: gracias por correr el riesgo, ¡manténte viva!
Yo corro el riesgo de que estas cartas, no estén siendo entregadas, pero no por eso dejo de escribirlas, es una forma de mantenerme viva en estos días. Corro el riesgo de que la gente no me siga cada vez que tengo una idea, pero no por ello dejo de compartirlo.
Tengo esperanza. En mi sitio, en mi lugar en la fila, en este siglo XXI, siempre tengo sitio para tener esperanza, para establecer conexiones emocionales, para encontrar fuerza en dar, y en crear energía positiva. ¡Mucho ánimo y mucha fuerza en este vínculo en el que nos conectamos!
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“Escribe una carta” fue una iniciativa emprendida durante el confinamiento del COVID19 en España. Algunas palabras han sido adaptadas para poder animar a cualquier persona que enfrente una enfermedad de cualquier tipo.
Es un proyecto hermano del podcast Latitudes. Ambos tiene por propósito generar la reflexión y poner en valor los valores, a través de las humanidades.
Los audios de estas cartas estarán disponibles en ivoox, spotify y apple podcast.