Escribe una carta

Día 19- Para ti, abuela

By 2 de febrero de 2021agosto 3rd, 2021No Comments

¡Helloooooooou!

¿Cómo se llaman tus abuelas? Quería empezar a escribirte porque independientemente de la edad que tengas, ¡tuviste que haber tenido abuelas! Mis abuelas se llaman Sara (+) y Carmelina. Una se ha convertido en mi ángel de la guarda, y la otra es el roble de la familia. 

Las abuelas son algo especial, por eso vienen en doble partida. A mi abuela Sara le decíamos “Mosín”. Era una mujer alegre y trabajadora. Cocinaba unos chiles rellenos buenísimos, y siempre estaba de buen humor. Nunca la escuché quejarse y mucho menos si se trataba de consentirnos. Tenías que verla bailar con sus hermanas. 

Ella y mi otra abuela vivían en Veracruz. Allí nací yo, aunque a los 9 meses de nacida mis papás me llevaron a vivir a Mérida. Nos mudamos porque a mi papá le había salido una oportunidad de trabajo prometedora. Durante todos mis años de vida en México, viví a 1040 kilómetros de mis abuelas, y aún así, siempre las he sentido cerca. 

¿Cómo eran tus abuelas? ¿Vivías cerca de ellas? ¿Te mimaban tanto como a mí las mías? Las abuelas nos marcan y nos muestran otra cara del amor de familia que es fuerte y trascendental. A mí me encanta pensar que llevo a mis abuelas y su historia. Hace poco participé en un taller de creatividad. Entre otras cosas, nos hicieron bailar. Y yo por supuesto, ¡bailé como si nadie me estuviera viendo!

Cuando terminamos el ejercicio nos preguntaron que qué habíamos sentido. Yo respondí diciendo: ”Soy mi abuela”. Soy “Mosín” en cada movimiento de cadera y en cada gesto de alegría y de fiesta. Nos lo inculcó en los veranos de la playa. Tenía aplausos para todos y cada uno de sus nietos. Desde hace años, se ha convertido en mi ángel de la guarda y pienso pasarle sus meneos a cualquier tipo de descendencia que pueda haber en mi familia. 

La última vez que vi a mi abuela Carmelina también bailé con ella. Con ella y la hija más pequeña de mi prima la mayor. Mi abuela Carmelina y yo comíamos chocolate en su habitación. Un verano me quedé con ella en su habitación. Tiene un ropero de esos antiguos que se abren con una llave chistosa. 

Mi abuela Carmelina tuvo diez hijos. Seis hombres y cuatro mujeres. Siempre he soñado con tener una máquina del tiempo y hacerme su amiga. ¡Es guapísima! ¡Siempre fue guapísima y elegante! Me habría encantando ser su apoyo y su confidente. Me habría encantado curarle sus dolores. Ella fue quien me presentó a mis hermanas cuando nací. 

Mi abuela Carmelina se apellidaba Caldelas Mortera. Mi abuela Mosín se apellidaba González Rosado. Mi apellido materno es Basterra. ¿Por qué perdemos los apellidos de nuestras madres y de nuestras abuelas? ¿Sabes cuál era el apellido materno de tu abuela materna? ¿Cómo se llamaba la abuela de tu abuela? 

Las noches de Semana Santa siempre fueron buenas para la reflexión. Especialmente para pensar en aquellos que nos han traído hasta aquí. No sé si tendrás nietos o no, pero si has tenido tanta suerte como yo, has tenidos abuelas amorosas. Pero si tienes nietos…

Imagina que soy una de ellas enviando esperanza y amor. Imaginame como una nieta tuya orgullosa de sus raíces, que abraza en la distancia, que quiere sin medida a esas manos amorosas que siempre estuvieron dispuestas a mimar. 

Yo soy mis abuelas, y las abuelas de ellas. Soy todas las mujeres que me han traído a escribirte esta carta. Así que este abrazo multiplicado por el amor de las mujeres de mi familia, espero reconfortar cualquier pedacito de tu fuerza. 

Con cariño,
TGB


“Escribe una carta” fue una iniciativa emprendida durante el confinamiento del COVID19 en España. Algunas palabras han sido adaptadas para poder animar a cualquier persona que enfrente una enfermedad de cualquier tipo.

Es un proyecto hermano del podcast Latitudes. Ambos tiene por propósito generar la reflexión y poner en valor los valores, a través de las humanidades.

Los audios de estas cartas estarán disponibles en ivooxspotify y apple podcast.

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